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  • Foto del escritorLucius Report

La legaltech, en beneficio de la automatización de procesos

Reducir costos y aumentar la productividad son las principales prioridades para cualquier empresario o compañía. Actualmente, los avances tecnológicos pueden potenciar en gran medida nuevas y mejores formas de productividad que generen tales ahorros. Parece que por ello es cada día más recurrente que compañías de todo tamaño instauren líderes que asuman el cargo de director de Innovación o Chief Innovation Officer.



Ya sea con la ayuda de un software de robótica (robotic process automation o RPA), o mejor aún, con la implementación de inteligencia artificial, las posibilidades de lograr eficiencias a través de la automatización de procesos se multiplican y el escenario jurídico no es la excepción. La actividad tecnológica ha adquirido también un rol fundamental para el ofrecimiento de los servicios que actualmente los abogados estamos obligados a brindar: la llamada legaltech debe y puede contribuir en beneficio del sector público y privado.


En comparación con la Unión Europea, la región con más capítulos de innovación en materia de automatización de procesos (la Carta Ética Europea sobre el uso de la inteligencia artificial en los sistemas digitales y su entorno, que el pasado diciembre la Comisión Europea adoptó, así lo demuestra), en México uno de los terrenos en los cuales resulta fundamental incursionar con los servicios legales tecnológicos es la automatización de procesos. Para ello, resulta necesario generar y promover nuevos hábitos, estrategias y habilidades que permitan digitalizar las operaciones legales. Ya sea al interior de una firma legal, o bien, con los equipos jurídicos in house de las empresas, actividades habituales de un abogado, tales como crear o analizar un contrato, celebrar y firmar acuerdos, revisar documentos o intentar resolver disputas en línea sin duda pueden ser automatizadas con la ayuda de la tecnología.


Pero ¿cuáles son los beneficios reales de asumir la tecnología en el sector legal? Pues bien, el primero y más relevante: la productividad, que consecuentemente desemboca en la reducción de costos. Realizar más en menos tiempo favorecerá siempre al cliente interno o externo. De la misma forma, estandarizar actividades es otro beneficio que provee la automatización, a la vez que dichas funciones pueden ser realizadas por un equipo o fuerza de trabajo digital. Finalmente, otro beneficio clave que se obtiene con la automatización tecnológica, es que cualquier proceso —incluido uno legal— es verificable, lo que supone también que tales procesos dan lugar a servicios de mayor calidad.


Quienes nos dedicamos a la labor legal debemos asociarnos con la tecnología, reconocerla como nuestro principal aliado. En la medida en que nuestros clientes se vuelven más sofisticados estamos obligados a crear y diseñar soluciones y herramientas que posibiliten la automatización de procesos. No debemos temer a la tecnología, hay que transformarnos. Estimular la innovación en el sector legal es parte fundamental para la revolución de los servicios que los abogados ofertamos. Podría pensarse que la automatización de procesos elimina roles tradicionales en cualquier profesión, incluida la legal. Sin embargo, los beneficios que se obtienen son mayores. Después de todo, los abogados debemos tener certeza que aquello que se puede automatizar en la esfera jurídica es el conocimiento explícito de las leyes que se expresan o definen en palabras y números; el conocimiento tácito y la intuición que se obtiene a partir de la experiencia personal sin duda siempre requerirán de un cerebro legal humano de alta calidad.


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